Un viejo contemporaneo

El italiano Toni Negri pone al día sus ideas sobre Spinoza, pensador anómalo de la modernidad que influyó decisivamente en su best seller Imperio.
Varias décadas antes de que Imperio , texto cuya autoría compartió con Michael Hardt, se convirtiera sorpresivamente en un best seller mundial, Toni Negri escribió un libro que contribuyó de modo fundamental a la renovación de las lecturas de Spinoza: La anomalía salvaje . Spinoza se presentaba allí como alternativa tanto al marxismo tradicional, de corte hegeliano, como al capitalismo que por entonces parecía herido de muerte.

Spinoza y nosotros puede ser considerado una puesta al día de los principales temas de La anomalía salvaje . Es un libro breve, compuesto por cinco textos. El primero de ellos, que oficia de introducción, refleja el contexto en el que, a fines de los años sesenta, Spinoza atrajo la atención de filósofos como Gilles Deleuze, AlexandreMatheron y el propio Negri. Los cuatro textos restantes lo ponen en tensión con Martin Heidegger, Friedrich Nietzsche, Giorgio Agamben y Michel Foucault. La pregunta de fondo, que anima el trabajo de Negri, continúa siendo la misma: ¿qué puede aportar Spinoza al pensamiento y la política contemporáneos?

Para el autor, la clave de la vigencia de Spinoza debe buscarse en su carácter anómalo respecto de la modernidad: “que haya vivido en la época moderna, en el siglo XVII, es ciertamente una verdad, pero sólo desde el punto de vista cronológico. Spinoza se opone, en efecto -más precisamente, opone su ontología- a todos los paradigmas del pensamiento moderno”. Si no sucumbe con la modernidad, es porque su pensamiento fue ignorado por quienes la impulsaron. “La línea que se impuso -sostiene Negri- es la de Hobbes,Rousseau y Hegel […] La modernidad se ha construido aquí sobre la síntesis entre el individualismo burgués y el poder soberano.” En Spinoza no hay delegación del poder en un soberano, ni sociedad constituida a fuerza de suma de temores. Para Spinoza el hombre es, en sí mismo, apertura a los otros. Su libertad no termina donde comienza la de otro; la libertad de un hombre es su potencia de actuar, que se intensifica en la medida en que entra en contacto con ese otro.

Que se sostenga que el hombre es esencialmente “ser con” puede parecer una remisión al pensamiento de Heidegger. Negri se encarga de poner en paralelo las posturas de ambos filósofos para mostrar cómo, a partir de ese supuesto común, rápidamente toman caminos antagónicos. Porque mientras que Heidegger se convierte en “la figura más aguda y eficaz del pensamiento negativo” y nuclea el más férreo pensamiento reaccionario, la filosofía de Spinoza es, ante todo, creación, imaginación, afirmación. En él -afirma Negri-, “lo negativo no existe. Sólo hay potencia, es decir, libertad que se opone a la nada y que construye lo común”. Es así como se gesta la multitud, fruto de la fuerza ontológica del amor. La multitud no es un mero agregado de individuos sino “entrecruzamiento dinámico, conflictivo y vivo de singularidades, que sólo el deseo de lo común y el proceso revolucionario vuelven reales”.

A partir de esta caracterización de la multitud, Negri puede, siguiendo a Spinoza, presentar su propia concepción filosófico-política: “No somos hombres de la dialéctica, pero tampoco somos hombres de la impotencia, y cada uno de nuestros comportamientos es desutópico, afirmativo y constituyente”. Las conclusiones pueden ser discutibles. Lo que resulta incuestionable es el vigor del propio pensamiento spinoziano que, en definitiva, el volumen pretendía demostrar..

Spinoza y nosotros

Por Antonio Negri

Nueva Visión

Trad.: Alejandrina Falcón

112 páginas

$ 45
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1441272-un-viejo-contemporaneo

20 de enero de 2012

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