La Reforma Integral a la Educación Media Superior (RIEMS), impulsada por las autoridades educativas federales en este sexenio, además de imponer el modelo industrial arcaico denominado “Educación por Competencias”, operó al mismo tiempo la idea de eliminar de las currículas oficiales las asignaturas relacionadas con la Filosofía y las humanidades.
La explicación es sencilla: en un mundo globalizado en donde lo más importante es cumplir con las exigencias del mercado, la enseñanza de la filosofía es totalmente innecesaria, puesto que se trata de formar mano de obra calificada y barata, no ciudadanos críticos y reflexivos que pongan en tela de juicio las estructuras de dominio político, económico y social imperantes.
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De este modo, el gobierno de derecha tiene años que, en vez de apoyar con subsidio suficiente a las universidades públicas ya existentes, ha gastado miles de millones de pesos creando “Universidades Tecnológicas” o “Universidades Politécnicas”, en donde se capacita la mano de obra que después se irá a trabajar a empresas como Bombardier u otras extranjeras, para recibir sueldos raquíticos que son indignos para un profesionista universitario.
La verdadera intención de eliminar la Filosofía de los Planes de Estudio del Bachillerato es evidente: en lugar de razonar y a analizar críticamente su realidad circundante, el hombre debe aprender a trabajar manualmente, a montar un motor o reparar una máquina, para que sea “productivo”, cosa que la Filosofía y las humanidades, según ellos, no puede garantizar; por eso, la Filosofía no debe enseñarse, es una pérdida de tiempo.
Sin embargo, ante este intento tan claro de violentar la Filosofía por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), los profesionales de la Filosofía en México organizados en asociaciones tales como la Asociación Nacional Filosófica de México o el Observatorio Filosófico de México, levantaron su voz y exigieron dar marcha atrás en esta disposición planteada en la RIEMS, algo que lograron en alguna medida a través del acuerdo 488, pero la lucha continúa.
La exigencia de los profesionales de la Filosofía es muy clara: que en esta llamada Reforma Integral de la Educación Media Superior, se establezca que las asignaturas de Filosofía sean básicas y obligatorias, y también que los cursos de Bachillerato de estas asignaturas lleven sus nombres clásicos: lógica, estética o filosofía. Y algo bien importante: que tales asignaturas sean impartidas por profesionales de la Filosofía; es decir, por filósofos, porque es muy común que las materias de Lógica, Estética y Filosofía, sean impartidas por profesionistas con un perfil totalmente distinto a la Filosofía, pues se ha llegado al extremo de encomendar a psicólogos o abogados la gran responsabilidad de impartir estas materias, como suponiendo que son materias de relleno, sin importancia alguna, que cualquier profesionistas sin preparación adecuada puede enseñar lo cual es, por lo menos, equivocado.
En los Bachilleratos pertenecientes a las universidades autónomas y públicas, este intento de eliminar la Filosofía de la currícula no ha sucedido por suerte, ni siquiera discutido, pues los universitarios reconocen ampliamente que si se quiere formar a un estudiante crítico de su entorno y propositivo en las alternativas de solución, es indispensable la inclusión de la enseñanza de la Filosofía en su Plan de Estudios. No obstante, queda un tema pendiente: incluir criterios académicos para que la impartición de dichas asignaturas sea encargada a profesionales del área.
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fuente: http://www.libertaddepalabra.com/2011/11/la-necesidad-de-la-filosofia-en-el-bachillerato/
14 de noviembre de 2011