Series ‘cum laude’

Universidades de todo el mundo emplean ‘The Wire’ o ‘Los Soprano’ para enseñar las materias más sesudas
Ética de los Negocios a base de Los Soprano. Sociología a base de The Wire. Metafísica a base de Perdidos. El empujón cualitativo que pegó la ficción televisiva en la última década no sólo le ha servido para conquistar a crítica y público. También le ha abierto las puertas de las universidades más prestigiosas. Profesores y alumnos parecen encantados de que Platón y David Simon vayan de la mano. Pero el camino hasta aquí no ha sido sencillo.

“Cuando propuse a mi decano hacer un curso de Literatura con Los Simpson, el hombre no daba crédito”, recuerda por teléfono el profesor Amit Ray del Rochester Institute of Technology de Nueva York. “Pero en el fondo, ¿quién hace Los Simpson? Estudiantes de la Ivy League. Gente que ha leído a Braudillard, a Adorno, a Schopenhauer. Y todo eso está ahí, en los capítulos, si sabes encontrarlo”. Ray fue de los primeros en incorporar un producto televisivo a su clase, pero su razonamiento -que las series no sólo gozan de un ejemplar sentido de la dramaturgia, sino que muestran de forma práctica las áreas más sesudas- se fue propagando por todo Estados Unidos.

Susan Schwartz, profesora de Religiones de la Universidad de Muhlenberg (Pensylvania) encontró en Star Trek. La nueva generación las claves para que sus alumnos royeran el hueso de la Metafísica. Tras proyectar un episodio, Schwartz les pregunta qué significa viajar en el tiempo o si éste es tan lineal como sugieren las teologías occidentales. Eso cuando no se enzarza en un debate sobre los derechos y deberes de Data, un cyborg que puede apagar o encender sus sentimientos a voluntad.

Si costó convencer a los académicos más renuentes, tampoco fue fácil adaptar a los alumnos. “Muchos se apuntaron porque querían ver la serie”, confiesa Brian Dunphy -que adereza sus clases de Corrección Política en la Universidad de Brooklyn con capítulos de la deslenguada South Park-, “pero en cuanto llegaron a clase y vieron el temario, fue como si les dieran una patada en el culo. La transgresión de la serie provocó que se reafirmaran en sus ideas, que las matizaran o que las cambiaran”.

La nueva hornada de maestros, la mayoría por debajo de los 40 años, confiesa que recurrir a las series es una forma de acercarse a los alumnos. “La realidad cambia y la enseñanza también debe cambiar. Nos arriesgamos a perder contacto con las nuevas generaciones”, afirma desde Génova elprofesor de la Universidad Católica de Milán Simone Regazzoni, que además de usar Fringe y House para enseñar Ética, ha escrito el libro Perdidos. La Filosofía (Duomo Ediciones).

Ahora que las series han demostrado de sobra su calidad, vuelven a las aulas en las que muchas de ellas germinaron. El sociólogo William Julius Wilson usa The Wire en Harvard para ilustrar las ideas que conforman su libro When Work Disappears (Vintage), el mismo que inspiró la segunda temporada de la serie.

El fenómeno empieza a abrirse camino en nuestro país. Iván de los Ríos, profesor de Filosofía contemporánea en la Autónoma de Madrid y de Ética en la Alcalá de Henares, tira de Los Soprano para enseñar Ética de los Negocios. Y este año tiene previsto utilizar The Wire. El gusanillo por las series le ha calado tanto, que ha colaborado con la editorial Errata Naturae para escribir un libro sobre el clan de mafiosos de la televisión y otro sobre el drama de Baltimore de próxima publicación. “Las series son instrumentos de reflexión más potentes que la recomendación de un libro. Tony, por ejemplo, es un hombre de negocios nacido de la lógica del capitalismo salvaje”, dice.

Al ver público y beneficios en el horizonte, el mundo editorial se ha apuntado a esta nueva moda. La casa sajona Blackwell edita una serie de libros que examina la Filosofía de series como 24, Héroes, Padre de familia o Mad Men, entre otras. Al fin y al cabo, todo apunta a la explicación que le dio Amit Ray a su decano para convencerle de que incluyera Los Simpson en sus clases: “Las ideas ya no se escriben en papel. Se escriben en pantallas”.
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/Tendencias/Series/cum/laude/elpepucul/20100410elpepitdc_2/Tes#%3Fctn%3DvotosC%26aP%3Dmodulo%253DEVN%2526params%253Did%25253D20100410elpepitdc_2.Tes%252526fp%25253D20100410%252526to%25253Dnoticia%252526te%25253D%252526a%25253D5%252526ov%25253D2

SPAIN. 10 de abril de 2010

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