Temor y temblor

Los recientes sismos de Haití y Chile, catástrofes naturales, han producido efectos devastadores en la población de ambos países y efectos colaterales en los demás. Parafraseando a Sören Kierkegaard en su libro Temor y temblor, que escribe sobre otros temores y temblores relacionados con la creencia, los movimientos de las placas tectónicas, también llamados terremotos, producen un sentimiento de temor que puede llegar al pánico.
El terremoto del Océano Indico del año 2004, conocido como terremoto de Sumatra-Andamán, provocó una serie de tsunamis en los países que bordean el océano Indico y produjo alrededor de 230.000 muertes, uno de los desastres naturales más graves en la historia moderna.

Sin embargo, sucedió en un lugar muy alejado para nosotros, en otro mundo. Es conocido que casi no hubo víctimas en el reino animal, el sabio instinto los llamó a retirarse antes que llegue la gran ola. En cambio, el leve instinto de los humanos hizo desoír el alerta natural.

Así como estos sismos pueden devastar una gran superficie en segundos y mostrar la fragilidad de las instalaciones humanas, también muestran la precariedad del contrato social: los saqueos, la delincuencia, el caos, la falta de asistencia.

En Chile, según los primeros datos, han quedado dos millones de habitantes sin vivienda. Las imágenes en los medios muestran, al estilo del cine catástrofe, autopistas derrumbadas, autos destrozados, puentes caídos, construcciones destruidas. Recordaba la frase de Jacques Lacan, psicoanalista francés: “Nada oculta más, que lo que revela”. Por eso es inevitable preguntarse qué oculta el espectáculo mediático.

El acento puesto en los saqueos pone en primer plano la seguridad, que seguramente es un problema, para ocultar la inseguridad de los dos millones que han quedado desamparados, sin techo, sin agua ni alimentos.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1239001

ARGENTINA. 2 de marzo de 2010

1 comentario Temor y temblor

  1. Mar

    Me parece que está fuera de contexto el hablar de Soren Kierkegaard en un desastre natural. Definitivamente el temor y temblor de este filósofo no tiene nada que ver con placas tectónicas, o algo físico. No entiendo la comparación. Creo que hay que volver al texto y leerlo de nuevo….

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